Mejores Fábulas Españolas
Hay más de una fábula española que ha captado la atención por su desarrollo y la enseñanza que encierra. Por lo tanto, es posible hacer una recopilación de las mejores fábulas españolas, largas y cortas. Reunir ese tipo de historias no solo resultará bueno para inculcar valores en los niños, también puede beneficiar a adolescentes y adultos.
Fábulas españolas cortas
Cuando las fábulas españolas son cortas, son más fáciles de recordar y de repetir posteriormente, para compartirlas con otros. En esos casos, la brevedad resulta ser un punto positivo para la impartición de enseñanzas con historias creativas. Estos relatos cortos son especialmente efectivos en los más pequeños, los niños.
Las fábulas en ingles, podrás a ayudar a los niños a tener conocimientos básicos del idioma.
Las moscas
“A un panal de rica miel dos mil moscas acudieron, que por golosas murieron, presas de patas en él.
Otra dentro de un pastel enterró su golosina. Así si bien se examina los humanos corazones perecen en las prisiones del vicio que los domina.”
Moraleja: Caer en la avaricia o la codicia trae consecuencias devastadoras. Las personas deben pensar antes de actuar y no dejarse dominar por sus deseos impulsivos.
El sobrio y el comilón
“Había en un lugarón dos hombres de mucha edad, uno de gran sobriedad y el otro gran comilón. La mejor salud del mundo gozaba siempre el primero, estando de enero a enero débil y enteco el segundo.
— ¿Por qué — el tragón dijo un día — comiendo yo mucho más tú mucho más gordo estás? No lo comprendo, la fe mía. — Es — le replicó el frugal —
Y muy presente lo ten, porque yo digiero bien, porque tú digieres mal. Haga de esto aplicación el pedante presumido si porque mucho ha leído cree tener instrucción, y siempre que a juzgar fuere la regla para sí tome:
No nutre lo que se come,
sino lo que se digiere.”
Moraleja: No basta con leer, es necesario entender y aprender para adquirir verdadera capacitación y desarrollar inteligencia.
El gusano de seda y la araña
“En un árbol frondoso se encontraba un gusano muy ocupado armando su capullo. Tanto tiempo había trabajado que había perdido la noción de los días. Así, él trabajaba sin descanso por días y noches enteras. El gusano solo quería que su capullo se viera perfecto.
Un buen día, se acercó a su capullo una araña y, al observar el capullo del gusano, comenzó a tejer una tela de araña. Luego de un rato, la araña le habló al gusano y le dijo:
Mira que bonita es mi tela de araña. La he comenzado hoy por la mañana, pero para el atardecer ya la habré terminado ¿Qué dice de mi tela señor gusano? – dijo la araña.
La araña presumida deseaba demostrar su labor y rapidez frente a la lentitud de su amigo, el gusano. Por su parte, el gusano lento pero seguro del trabajo que estaba haciendo con su capullo, le respondió:
Es cierto que su trabajo es muy bello, doña araña. Pero, así como es bello su telar, también es muy frágil. Verá usted: si se acerca un viento fuerte, su tela se desarmará y se romperá por completo. Si llueve muy intensamente sucederá lo mismo y usted se habrá quedado sin su preciado telar.
Sin embargo, mi capullo, aunque estará listo en unos cuantos días, me protegerá de los vientos y de la lluvia y me dará abrigo en caso de mucho frío. Como verá, mi querida amiga araña, yo deseo construir mi hogar lentamente, pero sabiendo que este será seguro y resistente. Espero que usted disfrute de la espontaneidad de su telar, pues yo prefiero disfrutar por más tiempo de mi hogar.
Así, con estas palabras la araña se quedó observando a su amigo pues, en vez de conseguir presumir sobre el mismo, quedó maravillada por sus palabras de grandeza y verdad. Entonces, la araña no tuvo más alternativa que retirarse con la cabeza baja de aquel lugar e ir a presumir sobre su rapidez a otros árboles.”
Moraleja: La calidad de una obra debe ser de mayor importancia que la rapidez con la cual se hace.
Fábulas españolas con moraleja
Aunque las historias sean entretenidas e incluyan rimas, su aspecto más resaltable es que vienen con moraleja. Las fábulas españolas tienen la capacidad de dejar plasmadas lecciones relevantes en la mente, si se escuchan o leen atentamente. Mientras más conozcan, los individuos apreciarán sus lecciones útiles para el diario vivir.
Las fábulas mexicanas son ideales para ayudar a los niños a conocer culturas diferentes, por ejemplo la de los mayas, oriundos de México.
El concierto de los animales
“Supuesto que respira, se hace oír, bien o mal, cualquier garganta; y en esto no hay mentira, pues mal o bien, el que respira, canta. Hablen, si no, mil animales dichos que dieron un concierto como muchos.
Y es fama que el sentido no acompaña a los órganos vocales, por lo que ha sucedido que en la patria de dichos animales, cada cual, presumiéndose asaz diestro, gritó:
—¡Caiga el león! ¡Fuera el maestro!
Cayó la monarquía, y en república el reino convirtieron.
—Vaya una sinfonía de nuestros triunfos en honor —dijeron—; cada uno cante cuál le venga a mano; ya no más director; ¡muera el tirano! Comenzóse el concierto, «cá-cá-rá-cá», gritando el polli-gallo; y al primer desacierto con un relincho contestó el caballo; «a-y-o, a-y-o», siguió el pollino; «pí-pí-pí», el colorín; «ufff», el cochino.
El «mis» y el «marramau» cantó el gato montés, cual tigre bravo; y con cierto «pau-pau» le acompañaba el indolente pavo; formando tan horrenda algarabía, que ni el mismo Luzbel la aguantaría. El león destronado, viendo el reino en desórdenes tan grandes, —’Silencio —dijo airado, mostrando un arcabuz ganado en Flandes—; el rey va a dirigir: atrás, canalla.
Y al verle cada cual, amorra y calla. —Vuelva a sonar la orquesta —siguió el tirano, de Nerón trasunto—, y ¡ay de la pobre testa de aquel que por gruñir me coma un punto! ¿Qué es replicar? No hay réplica ninguna. Palo o canción; vamos a ver: ¡a una! Y la orquesta empezando, «pí-pí», «cá-cá-rá-cá», «mís-mís», «miau-miau» siguió después sonando «a-y-o, a-y-o», «ufff-ufff», «pau-pau». Y tal sonó la música que alabo, que el mundo gritó absorto: —¡Bravo! ¡Bravo!
Fue el concierto, antes loco, la maravilla, vive Dios, del arte; y aunque gruñendo un poco, cada animal desempeñó su parte; aprendiendo, en perjuicio de su testa, que sin buen director no hay buena orquesta.”
Moraleja: Se necesita un líder que tome la delantera y dirija para que haya orden y las cosas salgan bien.
El águila, la gata y la jabalina
“Una Águila anidó sobre una encina. Al pie criaba cierta Jabalina, Y era un hueco del tronco corpulento De una Gata y sus crías aposento. Esta gran marrullera Sube al nido del Águila altanera, Y con fingidas lágrimas la dice: «¡Ay mísera de mí! ¡ay infelice! Este si que es trabajo: La vecina que habita el cuarto bajo, Como tú misma ves, el día pasa Hozando los cimientos de la casa.
La amainará, y en viendo la traidora Por tierra a nuestros hijos, los devora.» Después que dejó al Águila asustada, A la cueva se baja de callada, Y dice a la cerdosa: «Buena amiga, Has de saber que el Águila enemiga, Cuando saques tus crías hacia el monte, Las ha de devorar; así disponte.» La Gata, aparentando que temía, Se retiró a su cuarto, y no salía Sino de noche, que con maña astuta Abastecía su pequeña gruta.
La Jabalina, con tan triste nueva, No salió de su cueva. La Águila, en el ramaje temerosa Haciendo centinela, no reposa. En fin, a ambas familias el hambre mata, Y de ellas hizo víveres la Gata. Jóvenes, ojo alerta, gran cuidado; Que un chismoso en amigo disfrazado Con copa de amistad cubre sus trazas, Y así causan el mal sus añagazas.”
Moraleja: Hay personas que fingen ser amigables para engañar a otras y aprovecharse de ellas. Por lo tanto, es esencial elegir con cuidado las amistades y los consejos que se escuchan.
El topo y el gusano feliz
“Por una estrecha hendidura sacó la cabeza un topo, con poca carne en los huesos y mucha piel en los ojos. No sabe si es noche o día; pero siente en el contorno a un gusanillo de luz, y le dice de este modo:
—Ufano puedes estar, tamaño como un gorgojo, llevando en parte vedada la linterna por adorno: ya la muestras, ya la ocultas, tan altivo y orgulloso como fanal que en la torre enseña el puerto al piloto.
—No tal —contestó el gusano—, que mi pequeñez conozco; mas a ninguno hago daño, y algún bien procuro a otros. Doy luz, oculto en la hierba, sobre las plantas me poso, y los insectos acuden a guarecerse en su tronco.
Ni destruyo las raíces, ni las semillas me como, ni por temor a los hombres bajo la tierra me escondo. Esto dijo el gusanillo; y lo dijo con tal tono, que el dañino animalejo quedó aún más ciego de enojo: fue a replicar, y no pudo; sintió encendérsele el rostro, y, murmurando entre dientes, metióse dentro de un hoyo.
Así en el mundo sucede: que los más torpes y tontos, al que brilla poco o mucho le zahieren envidiosos.”
Moraleja: La envidia corrompe a los seres humanos y los lleva a cometer actos desagradables. Lo mejor es valorar siempre las cualidades de otros sin perder de vista las propias y la gratitud por ellas.
Aprendizaje y conclusiones
Poetas y escritores españoles de tiempo atrás lograron crear fábulas españolas que prevalecen hasta la actualidad. Niños, jóvenes y mayores se percatarán de los beneficios de ser agradecidos, vigilar sus compañías y reflexionar antes de actuar. Estos relatos también dejan clara la importancia de un líder y la anteposición de la calidad a la rapidez.