Mejores Fábulas Cortas
Las fábulas son medios que utilizan las personas para impartir en los demás enseñanzas, además de inculcar ciertos valores. No es de extrañar que estas ayuden a moldear el comportamiento apropiado en los individuos, especialmente en los niños. De una forma simple y divertida, las mejores fábulas cortas contienen mensajes valiosos e instructivos.
Fabulas cortas pequeñas
Las fabulas cortas pequeñas son ideales para aquellas personas que tienden a aburrirse rápidamente, porque así pueden culminar su contenido. Además, al ser cortas permiten que su enseñanza y los mensajes que transmiten sean fácilmente captados por toda persona. Por lo general, estas fabulas incluyen algunos animales que pueden hablar para atraer lectores.
El pavo real y la grulla
“Érase una vez un pavo real muy engreído que tenía un plumaje hermoso como ninguna otra ave.
Un día, se encontró con una grulla. El pavo real se burló de las plumas descoloridas y apagadas de la grulla. Inmediatamente, abrió su colorida cola para que la grulla la admirara.
—Mira mi abanico de plumas— se jactó—. Observa cómo brilla con todos los colores del arcoíris, mientras que tus plumas son tan pálidas. Yo estoy vestido como un rey.
—Es verdad, tu plumaje es mucho más bello que el mío —respondió la grulla—, pero gracias a mis plumas puedo volar hasta llegar al cielo y ver la belleza de la Tierra en todo su esplendor, mientras que tú solo puedes caminar como cualquier pollo.”
Moraleja: La gente no debe compararse con otras personas, luciéndose con sus virtudes y menospreciando las de otros. Lo que algunos consideran defectos en otros, son cosas bonitas y ventajosas para ellos.
El mosquito y el toro
“Un mosquito voló por el prado y se posó en la punta del cuerno de un enorme toro. Después de descansar por un buen rato, se preparó para volar. Pero antes de irse se acercó al oído del toro para disculparse:
— Lamento haber usado tu cuerno como lugar de descanso. Debes estar muy contento de que me vaya ahora —dijo el mosquito.
El toro levantó la vista y respondió con indiferencia:
—Pequeño mosquito, gracias por compartirme tan grandiosa disculpa. Pero piensas demasiado bien de ti mismo. ¡Ni siquiera me di cuenta de que estabas allí!”
Moraleja: La ignorancia de ciertas cosas lleva a que algunas personas sean vanidosas, pensando demasiado bien de sí mismas.
El león y el ratón
«En un día muy soleado, dormía plácidamente un león cuando un pequeño ratón pasó por su lado y lo despertó. Iracundo, el león tomó al ratón con sus enormes garras y cuando estaba a punto de aplastarlo, escuchó al ratoncito decirle:
—Déjame ir, puede que algún día llegues a necesitarme.
Fue tanta la risa que estas palabras le causaron, que el león decidió soltarlo.
Al cabo de unas pocas horas, el león quedó atrapado en las redes de unos cazadores. El ratón, fiel a su promesa, acudió en su ayuda. Sin tiempo que perder, comenzó a morder la red hasta dejar al león en libertad.
El león agradeció al ratón por haberlo salvado y desde ese día comprendió que todos los seres son importantes.«
Moraleja: Todas las personas deben valorar las capacidades que otros tienen, sin subestimarlos ni dejándose llevar por las apariencias. Al ser buenos con otros, los individuos consiguen que los demás sean buenos con ellos.
Fabulas muy cortas
Mucha gente suele desviar la atención rápidamente de cualquier cosa, incluyendo la lectura de fábulas. La creación de fábulas cortas muy cortas permite a todos prestar atención a toda la fábula y captar su mensaje. Estas son muy breves pero con un gran contenido didáctico y pedagógico, centrado de manera especial en los niños.
Por el contrario, las fábulas largas también son de excelente ayuda para los niños infantiles. Incluso pueden aportar grandes beneficios cognitivos en su desarrollo.
El perro y su reflejo
«Un perro muy hambriento caminaba de aquí para allá buscando algo para comer, hasta que un carnicero le tiró un hueso. Llevando el hueso en el hocico, tuvo que cruzar un río. Al mirar su reflejo en el agua creyó ver a otro perro con un hueso más grande que el suyo, así que intentó arrebatárselo de un solo mordisco. Pero cuando abrió el hocico, el hueso que llevaba cayó al río y se lo llevó la corriente. Muy triste quedó aquel perro al darse cuenta de que había soltado algo que era real por perseguir lo que solo era un reflejo.»
Moraleja: Las personas siempre deben estar contentas con lo que tienen, darle el valor apropiado sin envidiar o fijarse en lo que otros posean.
El gallo y la joya
«En la granja, un gallo muy hambriento escarbaba la tierra buscando algo de comer para él y las gallinas con las que compartía su gallinero, cuando descubrió un diamante que la esposa del granjero había perdido.
—¡Qué desilusión! —dijo el gallo—. Sin duda eres una prenda muy costosa y quien te perdió daría mucho por encontrarte. Pero yo prefiero un solo grano de maíz o de trigo antes que todas las joyas del mundo.«
Moraleja: El valor de las cosas debe ser medido según lo útil que pueda resultar cada una para determinada situación.
El cuervo y el zorro
Un cuervo estaba en un árbol tomando un poco de queso que había encontrado. Un zorro llegó hasta donde estaba el cuervo, al olor del queso. Tenía tanta hambre que comenzó a decirle lo bello que era. Alababa su plumaje, su forma de volar, su canto, su porte tan elegante y lo bueno que era encontrando comida. Cuantos más elogios decía el zorro, más orgulloso se mostraba el cuervo que parecía incluso hinchar su pecho.
Fue entonces cuando, el astuto zorro le pidió que cantase con su voz melodiosa para que pudiera escucharle. El vanidoso cuervo, cedió ante la petición de su admirador y, en el momento en el que abrió el pico, cayó el queso que fue devorado inmediatamente por el zorro.
Moraleja: No se debe pensar que los que alaban siempre son quienes aman y desean el bienestar, pues pueden tener motivos ocultos. Los individuos no deben confiar en quienes solamente los ensalzan, sin corregir sus errores.
Aprendizaje y conclusiones
Afortunadamente, los muchos aprendizajes que pueden extraerse de las moralejas de las mejores fabulas cortas son enseñanzas simples pero valiosas. El empleo de animales amables, valientes, egoístas y traviesos, llama la atención de los lectores u oidores más pequeños. Eso, a su vez, queda plasmado en su memoria.
Tanto los niños como las personas adultas, pueden extraer lecciones prácticas que los ayudarán a relacionarse entre sí. Eso incluye cualidades como la sensatez, el discernimiento, la gratitud, la humildad, la solidaridad, la modestia y la amabilidad.