Fábula del Cuervo y el Zorro

El uso de animales, en las fábulas, es muy común por el efecto que estos personajes tienen en los niños. Algunos ejemplos de ello es el: el burro flautista. El cuento sobre el cuervo y el zorro es otro relato creativo que enseña lecciones provechosas. Independientemente de la edad del lector o el oidor, la fábula que se le atribuye a La Fontaine resulta entretenida y útil.

Fábula de El cuervo y el zorro

El cuervo y el zorro

Los protagonistas animales gozan de la capacidad de hablar y razonar en esta historia ficticia. Eso contribuye a que los niños, que la lean o la escuchen, hagan volar su imaginación y se diviertan. Claro está, hasta los jóvenes y los adultos pueden beneficiarse de repasar este relato narrado de forma sencilla.

Eso se debe a que tiene implícita una moraleja para que, al leerla, se consiga más que solo entretenerse. A continuación, se muestra qué pasó entre esas dos criaturas:

“Una vez, un zorro vio cómo un cuervo salía volando con un trozo de queso en el pico y se posó en una rama de un árbol.

«Ese queso es para mí, ya que soy un zorro», dijo el Zorro, y caminó hasta el pie del árbol en donde estaba el cuervo.

Atraído por el dulce olor, el Zorro sostuvo estas prosas para el Cuervo:

«¡Hey! Hola Señora Cuervo  ¡Qué bonita eres! ¡Qué hermosa me pareces! Sin mentirle, si su voz se relaciona con su plumaje,  usted es el Fénix de las huestes de estos bosques. Déjame escuchar solo una canción tuya para que pueda saludarte como la reina de los pájaros».

El cuervo alabado queriendo mostrar su voz abre su ancho pico y comienza a cantar, dejando a su vez, caer al suelo el trozo de queso que llevaba, siendo atrapado por el astuto Zorro.

El Zorro lo tomó y dijo: «Mi buena señora, aprenda que todo halagador vive a expensas de quien lo escucha. Esta lección bien vale un queso, sin duda.»”

Moraleja y aprendizaje

Actualmente, hay muchas personas que se comportan amable y aduladoramente con otros, pero solo porque tienen oculto un propósito egoísta. El zorro ejemplifica a esa clase de individuos, pues solamente alabó al cuervo para quedarse con su queso. Sin embargo, la moraleja de la fábula no pretende condenar principalmente a los falsos aduladores.

Otra de las fábulas muy populares para niños es la de la liebre y la tortuga. Es ideal para niños de preescolar y primaria, su moraleja les enseñará mucho.

Más bien, busca dar una advertencia a aquellos que creen ciegamente en las palabras vacías de los demás. El poeta criticó la vanidad del ser humano al aceptar halagos, desproporcionados e injustificados, para acrecentar la autoestima. Eso está claro porque el cuervo fue el que afrontó las consecuencias de su credulidad.

Por el contrario, el zorro obtuvo lo que quería al valerse del habla y la manipulación. Cabe destacar que el astuto animal no se valió de su agilidad o su fuerza para adueñarse del queso. De ello se aprende que la elocuencia produce mejores resultados que la violencia.

No hay duda de que las personas deberían ser diferentes al cuervo, y evaluar las verdaderas intenciones de quienes los halagan. De ese modo, evitarán ser embaucados por quienes mienten o exageran con el objetivo de beneficiarse a sí mismos. Aunque toma tiempo conocer lo que realmente quieren los demás, el esfuerzo vale la pena.

Por otra parte, conviene que los niños y los adultos comprendan que logran más siendo amables, en lugar de agresivos. Todo eso deja grabado la fábula con el cuervo y el zorro.